ORQUIDEAS DE EXTREMADURA

                           Las orquídeas u orquidáceas son una familia de plantas monocotiledóneas que se distinguen por la complejidad de sus flores y por sus interacciones ecológicas con los agentes polinizadores y con los hongos con los que forman micorrizas.

                        Aunque es cierto que la mayoría de las orquídeas se localizan en las regiones tropicales y subtropicales del mundo, esta familia cuenta con más de 20.000 especies distribuidas por todo el Planeta y tiene una importante representación en el continente europeo, en particular los países ribereños del mediterráneo, como España y Grecia.

                    Muchas especies de orquídeas muestran una clara preferencia por los suelos calizos y es esa una de las razones por las que en Extremadura este tipo de flores silvestres resultan a veces tan escasas y localizadas. 

                        Aquí os dejo tres preciosas orquideas que pudimos apreciar mientras visitamos "  Mina la Jayona" - Fuente del Arco  en la provincia de Badajoz-Extremadura - España.

Salir a buscar e identificar orquídeas en el campo es una forma de disfrutar de nuestro valioso patrimonio natural.

                                                 Orquidea "Flor de abeja"
                                                          Ophrys tenthredinifera

         Las flores de esta especie de orquídea son únicas, no sólo por su singular belleza, color y formas excepcionales, sino también por la efectividad que poseen para atraer insectos. Su labelo imita al abdomen de una abeja hembra, atrayendo a abejas macho para que polinicen la flor. 

Orchis italica, la orquídea del hombre desnudo.

 En monte bajo o de matorrales de retamas ( Cytisus scoparius ) encontramos Ophry italica con su llamativa imitando a un cuerpo humano. 

Orquídea Gigante
Barlia robertiana

                        La orquídea gigante es la orquídea silvestre de mayor tamaño de Europa (llega a alcanzar hasta un metro de altura). También la de floración más temprana, con ejemplares florecidos la primera semana de enero, cuando la mayor parte de las plantas con flores permanecen latentes a la espera de temperaturas más suaves. Crece preferentemente sobre suelos calizos, habitualmente en parajes abiertos y soleados, entre matorrales y encinares aclarados de zonas serranas.